AMPARO TREIG (PSICÓLOGA Y TERAPEUTA FLORAL): “TODO EL MUNDO PUEDE LLEGAR A SER LA MEJOR VERSIÓN DE SÍ MISMO”
¿Por qué motivos una persona acude a un consultorio de psicología?
Lo más habitual es por motivos de angustia, ansiedad y síndromes depresivos y tristeza. A menudo te encuentras con la frase “no sé qué me pasa”. Entonces, cuando ayudas a la persona a tirar del hilo, te das cuenta que son personas que han estado mucho tiempo soportando una situación de presión. Creen que lo han estado llevando bien y al final estallan y no saben por qué. Aquí es donde el papel y la postura del profesional es de vital importancia para que sea la persona quien descubra qué es lo que le ha estado pasando y por qué. También veo separaciones o situaciones problemáticas de pareja y dudas sobre si se deben separar o no, lo que también conlleva angustia y ansiedad. En la consulta también se trabaja la terapia de pareja.
¿Hasta qué punto el actual contexto económico afecta nuestro estado anímico?
Es cierto que el tema estrella, desde hace dos años, es la incertidumbre ante esta situación. Esto genera ansiedad, angustia y sobre todo desilusión, porque la persona no sabe cómo salir adelante. Puede parecer una paradoja, ya que ante esta incertidumbre hay un miedo económico y este mismo miedo económico no debería permitir pedir ayuda privada. Sin embargo, por lo que veo aquí, el cliente ya ha ido al médico de cabecera o ha buscado ayuda para mejorar el estado anímico. En la sanidad pública —aunque no todo el mundo— son partidarios de la medicación. Entonces, la persona se toma la medicación, pero ve que la situación no cambia y que, cuando se va el efecto de la pastilla, necesita otra. Es entonces cuando busca una ayuda más especializada.
¿Por qué unas personas resisten mejor las adversidades que otros?
Depende de la forma de ser de cada uno, pero tienen mucho que ver los factores de protección y los factores de riesgo. No es lo mismo una separación cuando tienes una familia que te apoya, que encontrarse solo ante esta misma situación, ya sea porque no te hablas con la familia o bien porque vives en el extranjero. Tener la familia cerca es un factor de protección. Otro factor de protección es tener un buen ambiente laboral. Hay personas que en casa se sienten fatal, pero en el trabajo se sienten apoyados. O puede pasar al revés, que en el trabajo estén mal, pero en casa se encuentren a gusto.
Dices que depende de la forma de ser de cada uno. ¿Hasta qué punto esta forma de ser se puede cambiar?
Todo el mundo puede llegar a ser la mejor versión de sí mismo. Todos venimos a este mundo sin libro de instrucciones, pero llega un momento en la vida que debemos tomar conciencia de que hay comportamientos y actitudes que ya no nos funcionan. Si no, existe el riesgo real de sufrir todo tipo de sintomatología recurrente e iremos siempre con la etiqueta de víctima de nuestras circunstancias. Los casos, por ejemplo, de depresiones repetitivas provienen de conductas desadaptativas. La persona está funcionando de una manera que no le está yendo bien. Lo que pasa es que no se da cuenta. El hecho de que no sepa cómo salir de este círculo vicioso no significa que no pueda salir.
Pero una persona introvertida, por poner un caso, no podrá ser nunca la persona más extrovertida del mundo.
Quizá no le hace falta. No debe ser extrovertida debido a que su pareja lo sea, por ejemplo. Se trata de aceptarlo —que no es lo mismo que resignarse— y de no compararse. La introversión no es mala. Todo depende de si lo enfocas como problema o como característica propia. Una persona reservada puede sentirse incómoda cuando hay mucha gente pero, cuando quiera o cuando se sienta cómoda, ya se mostrará más abierta. Simplemente se trata de saberlo llevar, entenderlo y aceptarlo como una cualidad propia, y no como un defecto.
Detrás de una cara de pocos amigos, a menudo hay un individuo tímido.
Esta fachada es un mecanismo que funciona mientras la persona lo necesita. Durante toda la vida la persona está aprendiendo mecanismos de supervivencia porque los necesita, ya sea porque vive en un entorno desestructurado, porque en la escuela la están machacando, porque los padres son un mundo aparte o por el motivo que sea. Pero llega un momento en que este mecanismo de supervivencia que se ha montado ya no hace falta, aunque durante mucho tiempo le ha ido bien para no sentirse peor.
¿Por qué una psicóloga de formación como tú decide pasarse a la terapia floral?
No paso de una cosa a otra, sino que las complemento. El marco teórico de la terapia floral es una información que en la carrera de Psicología no te dan. Las flores de Bach son un complemento brutal para la psicología, ya que su lenguaje te habla de los estados de ánimo y de las emociones humanas. A mí me ayudaron a ordenar los conocimientos teóricos adquiridos en la carrera para poder aplicarlos a la práctica de la vida real.
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