A veces se cuestiona la validez de los remedios florales ideados por el Dr. Bach porque que fueron descubiertos en el primer tercio del siglo pasado y la vida ha cambiado mucho desde esa época hasta ahora. Se plantea la posibilidad de que unos remedios que fueron útiles hace más de un siglo, es posible que ya no sean eficaces.
La sociedad ha cambiado y las enfermedades también. La medicina ha evolucionado mucho y las enfermedades de esa época, no son las de ahora mismo. Antes la gente se moría de gripe o de viruela y ahora de cáncer o SIDA, por la tanto ¿cómo es posible que una “medicina” de hace tanto tiempo siga siendo eficaz?
Los que opinan así, o plantean estas preguntas, no se dan cuenta que la base principal, la idea más importante, que el Dr. Bach aportó a la medicina, y sobre la cual basó su sistema, es la de que no existen enfermedades sino enfermos.
Efectivamente las enfermedades han cambiado, los conocimientos médicos han avanzado mucho, los medicamentos también, pero lo que no ha cambiado es el enfermo, el ser humano.
El hombre de hoy es más culto, tiene más cosas, posee más conocimientos, pero sigue enfermando de miedos, de preocupación por los demás, de intransigencia, de intolerancia, de desconexión con la realidad…, esas y otras emociones siguen presentes en cada uno de nosotros. Y esas emociones, esas alteraciones de la armonía interna de la persona son las que provocan la enfermedad, sea cual sea. Cada persona desarrollará una diferente según su propio organismo, según su propia personalidad.
Y como los remedios florales actúan sobre las emociones y no directamente sobre el cuerpo; sobre el enfermo y no sobre la enfermedad, siguen siendo eficaces a pesar del tiempo transcurrido desde su descubrimiento. Si logramos la salud interior de la persona, su cuerpo físico mejorará solo y se logrará una curación permanente.
Debemos recordar las palabras del Dr. Bach. “El orgullo, la crueldad, el odio, el egoísmo, la ignorancia, la inestabilidad y la codicia, son las causas básicas de la enfermedad… y sus virtudes complementarias la humildad, la compasión, el amor y entrega, el dar, la sabiduría, la fuerza y el respeto, son los remedios para la salud”. Y esas virtudes precisamente son las que aportan de forma suave y tranquila los remedios florales ideados por el Dr. Bach para sanar cualquier tipo de problema de salud del cuerpo físico, de las emociones y de la mente.
Para terminar debemos recordar las palabras del Dr. Bach “La enfermedad no es una crueldad ni un castigo, sino sólo y únicamente un aviso: Es un instrumento del que se sirve nuestra propia alma para mostrarnos nuestros errores, prevenirnos de otros e impedirnos cometer más daños; para devolvernos al camino de la verdad y de la luz, del que nunca deberíamos habernos apartado”.
Angel Cruz Rodríguez