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Bienvenido/a a mi blog personal. En el vas a encontar interesantes informaciones sobre temas relacionados con sanación, crecimiento personal, auto ayuda, meditación, masajes, etc. Periódicamente encontrarás informaciones, ejercicios, actividades, encaminadas al servicio a los demás. También podrás encontrar opiniones, escritos, artículos personales sobre estos u otros temas.





jueves, 26 de mayo de 2011

Entrevista

LO QUE EL CORAZÓN QUIERE, LA MENTE SE LO MUESTRA
Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo. "Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando". Hay que entrenar esa mente.
Entrevista que La Vanguardia Digital le realizó al Dr. Mario Alonso Puig quien es Médico Especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo.
-Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión? Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria. - ¿Psiconeuroinmunobiología? Es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos. 
- ¿De qué se trata? Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto manteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal. 
- ¿Qué tipo de cambios? Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.
- ¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios? -Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.
- ¿Cambiar la mente a través del cuerpo? Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.
- ¿Dice que no hay que ser razonable? -Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el porqué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.
- Exagera. -Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad.
- Más recursos... La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades. 
- ¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras? Santiago Ramón y Cajal, premio Nóbel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metafórica. Ahora sabemos que es literal: "Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro".
-¿Seguro que no exagera? No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.
- ¿Hablamos de filosofía o de ciencia? -Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.
- ¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas? Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.
- ¿Por qué nos cuesta tanto cambiar? El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.
- La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente. Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, sino sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente. 
- Déme alguna pista. Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos "voy a hacer esto" y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia.
- Ver lo que hay y aceptarlo. Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación. 

lunes, 23 de mayo de 2011

PADRE, PAPA, PAPI

ES DURO, pero es una VERDAD COMO UN TEMPLO.
PADRE, Papá y  papi . . .
Hasta hace cosa de un siglo, los hijos acataban el cuarto mandamiento como un verdadero dictamen de Dios. Imperaban normas estrictas de educación: Nadie se sentaba a la mesa antes que el padre, nadie hablaba sin su permiso. Nadie repetía el almuerzo sin el permiso del padre, ni se levantaba de la mesa si el padre no se había levantado antes; por algo era el padre.
La madre fue siempre el eje sentimental de la casa, el padre era la autoridad suprema. Cuando el padre miraba fijamente a la hija, esta abandonaba todo; a una orden del padre los hijos varones cortaban leña, alzaban bultos o se hacían matar en la guerra.
Todo empezó a cambiar hace unas siete décadas, cuando el padre dejó de ser el padre y se convirtió en papá. El mero sustantivo era ya una derrota. Padre es una palabra sólida, rocosa, imponente; papá es un apelativo para  oso de felpa o para perro faldero; da demasiada confianza. Además, la segunda derrota es que papá es una invitación al infame tuteo; con el uso de papá el hijo se sintió autorizado para protestar, cosa que nunca había ocurrido cuando el papá era el padre.
A diferencia del padre, el papá era tolerante. Permitía al hijo que fumara en su presencia, en vez de mandarle una cachetada, como hacía el padre en circunstancias parecidas. Los hijos empezaron a llevar amigos a la casa y a organizar bailes y bebidas, mientras papá y mamá se desvelaban y comentaban en voz baja: "Bueno, por lo menos tranquiliza saber que están tomándose unos tragos en casa y no en quién sabe dónde".
El papá marcó un acercamiento generacional muy importante, algo que el padre desaconsejaba por completo. Los hijos empezaron a comer en el salón con la bandeja, mirando la tele, mientras papá y mamá lo hacían solos en la mesa; tomaban el teléfono sin permiso, sacaban dinero de la cartera de papá y usaban sus mejores camisas. La hija comenzó a salir con pretendientes sin “carabina” y a exigirle a papá que no le pusiera mala cara al insoportable pololo y que le ofreciera que, en vez de llamarlo "señor González", como habría llamado al padre, que lo llamara simplemente "Tío".
Papá seguía siendo la autoridad de la casa, pero una autoridad bastante maltrecha. Nada comparable a la figura prócer del padre. Era, en fin, un tipo querido y, además, se le podía pedir un consejo o también dinero prestado.
Y entonces vino papi.
Papi es un invento reciente de los últimos 20 ó 30 años. Descendiente menguado, cagón y raquítico de padre y de papá, ya ni siquiera se le consulta ni se le pregunta nada. Simplemente se le notifica. Papi, me llevo el coche, dame para gasolina. Le ordenan que se vaya al cine con mami mientras los hijos están de carrete y que , cuando vuelvan, entren en silencio por la puerta de atrás. Tiene prohibido preguntarle a la niña quién es ese tipo despeinado que desayuna a pata pelada en la cocina. Ni hablar de las tarjetas de crédito, la ropa, el turno para ducharse, la máquina de afeitar, el computador, las llaves. Lo tutean y hasta le indican cómo dirigirse a ellos: ¡Papi, no me vuelvas a llamar "mi amor" delante de Andrés! Aquel respeto que inspiraba el padre y, hasta cierto punto el papá, se transformó en exceso de confianza además de convertirse en un franco abuso hacia papi: ¡Oye, papi, se me está acabando el whisky! ¡Oye papi, pídete una pizza!No sé qué seguirá después de papi. Supongo que la esclavitud o el destierro definitivo. Yo estoy aterrado, después de haber sido nieto de padre, hijo de papá y papi  de mis hijos.Mis nietos han empezado a llamarme..."PA" CREO QUE  QUIEREN DECIR ...........¡PA' QUE MIERDA SIRVES ... !!!

miércoles, 11 de mayo de 2011

BÚSCATE UN AMANTE

Muchas personas están tristes o tienen  el insomnio, falta de voluntad, pesimismo, crisis de llanto o los más diversos dolores o enfermedades. Sus vidas transcurren de manera monótona y sin expectativas, trabajan solo para subsistir y no saben en que ocupar su tiempo libre. En fin, que están verdaderamente desesperanzadas. Han visitado otros médicos o terapeutas que les dieron un diagnóstico: “Depresión”, “Ansiedad” u otros parecidos, y la inevitable receta del antidepresivo de turno. Estas personas no mejoraron, y, desesperadas, vinieron a verme buscando la  solución a sus dolencias.
Entonces, después que escucharles, les digo que no necesitan un antidepresivo; que lo que realmente necesitan es un amante. Es increíble ver la expresión de sus ojos cuando reciben mi consejo. Me dicen que como les puedo decir eso, “¡a personas decentes!”, o “ a donde voy yo ya con mis años y con este cuerpo”, o también “Si, no tengo yo poco para encima meterme en estos líos”
Entonces les doy la siguiente definición: Amante es: “Lo que nos apasiona”. Lo que ocupa nuestro pensamiento antes de quedarnos dormidos y es también lo que, a veces, no nos deja dormir. Nuestro amante es lo que nos vuelve distraídos frente al entorno. Lo que nos deja saber que la vida tiene motivación y sentido.
Nuestro amante puede ser nuestra pareja, o no. También podemos encontrarlo en iniciar o continuar estudios, en la música, en la lectura, en la escritura, en el deporte, en el trabajo cuando es vocacional, en la necesidad de trascender espiritualmente, en la amistad, en la buena mesa, o en el placer de un hobby... En fin, es  “alguien” o “algo” que nos pone de novios/as con la vida y nos aparta del triste destino de sobrevivir.
“¿Y qué es sobrevivir? - Es tener miedo de vivir. Es dedicarse a ver como viven los demás, es tomarse la tensión, ir de médico en médico, tomar remedios multicolores, alejarse de las cosas gratificantes, observar con decepción cada nueva arruga que nos devuelve el espejo, cuidarnos de los cambios de tiempo, del sol y de la lluvia. sobrevivir es postergar la posibilidad de disfrutar hoy, esgrimiendo el incierto y frágil razonamiento de que quizás podamos hacerlo mañana. Es esperar que alguien nos venga a ver, y no salir nosotros a buscarlo.
Por favor no te empeñes en durar, búscate un amante y un protagonista... de la vida.
Lo trágico no es morir. Lo trágico es no vivir. 
La psicología después de estudiar mucho sobre el tema descubrió algo trascendental: “Para estar contento, activo y sentirse feliz, hay que ser novio/a de la vida”  Aprendamos a vivir y dejemos de sobrevivir. J. Bucay

lunes, 9 de mayo de 2011

TALLER SANA TU VIDA

TALLER: DE AUTOESTIMA Basado en la obra de Louise L. Hay. Facilitado por: Saro Brissón (Hayteacher Certificada). Plazas limitadas. Tfno: 625199035.
Sábado 14 de mayo de 10 a 13,30h. plazas limitadas ¡¡no te pierdas este taller, reserva la tuya ya!!
EL MERECIMIENTO:
A veces, no hacemos ningún esfuerzo por crearnos una vida mejor, porque creemos que no nos la merecemos. Ésta creencia puede remontarse a las primeras experiencias de nuestra vida, en nuestra infancia.   Tal vez, nos dijeron que no conseguiríamos lo que queríamos, si…., no terminábamos la comida, si no limpiábamos nuestro cuarto….., puede ser que estemos actuando a través de esas viejas pautas que se nos marcó en nuestra infancia, que eran las ideas de otras personas, y que no tienen que ver con nosotros, y con nuestra propia realidad.
Date permiso para aceptar lo bueno, independientemente que creas que no te lo mereces.
Soy digno y merecedor de todo lo bueno, No sólo de algo, de un poquito,
Sino de todo lo bueno.
Dejo atrás las limitaciones que me fueron impuestas
No estoy atado a ninguna creencia restrictiva
Ya no me identifico con ningún tipo de limitación.
En mi mente gozo de libertad total,
Estoy dispuesto a crear ideas nuevas,
Respecto de mí y de mi vida.
Me merezco la vida, Una buena vida
Me merezco amo, Abundancia de amor
Me merezco buena salud
Me merezco todo lo bueno.      (Louise L. Hay).